Los cuerpos de la pareja de extranjeros acribillados y abandonados en dos descampados de Chiguata y Cerro Colorado no fueron reclamados por nadie. Ambos cadáveres, que permanecían en la morgue central de Arequipa, fueron enviados a la fosa común.
A pesar de que la Policía Nacional del Perú envío las muestras de las huellas de los cuerpos a la embajada de Venezuela y a la sede de la Interpol, estos no pudieron ser identificados. Se sabe que el cadáver del varón, tenía un tatuaje en su antebrazo con el nombre de “Carolina”.
La sepultura de los foráneos en la fosa común fue autorizada por la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado. Cabe recalcar que los dos ciudadanos venezolanos habrían sido asesinados por la misma persona, pues los casquillos de bala, con los que fueron asesinados, tenían el mismo calibre.