
El 24 de diciembre, más de 50 personas encapuchadas agredieron a los comuneros de la estancia Quicomarca, en el anexo de Tarucamarca, Tisco. Entre los heridos figuran un menor de 13 años, quien fue atacado y casi ahogado, y un policía enviado para constatar los hechos. Este conflicto, relacionado con la disputa de tierras, lleva más de 15 años sin solución.
Virginia Rojo Córdova, una de las afectadas, denunció que los agresores actuaron con violencia extrema, robando celulares, amenazando con armas y obligando a sus familiares a huir a los cerros. La familia afirma que la policía ha respondido de manera insuficiente, enviando solo un efectivo, quien también resultó herido. “Necesitamos protección, tememos por nuestra vida”, señaló Roja.
Según la Cooperativa de Usuarios 24 de Junio, los comuneros de Quicomarca habrían ingresado previamente a la estancia de Iscaycancha, destruyendo corrales y viviendas. Este antecedente ha intensificado el conflicto entre ambos grupos. Sin embargo, los afectados de Quicomarca desmienten estas acusaciones y sostienen que solo intentan defender su hogar.
La situación se ha agravado con la falta de atención de las autoridades. Los heridos fueron trasladados a Sibayo, pues en Tarucamarca temen represalias. Además, dos niños menores de 7 años quedaron en el lugar debido a la huida precipitada de sus familias. Roja pidió la intervención inmediata de la policía y el Poder Judicial para evitar más violencia.
Los comuneros denuncian que la violencia recurrente responde a intereses económicos sobre las tierras en disputa, utilizadas principalmente para la ganadería. Aseguran que el líder del ataque, identificado como Roger Huahuisa, manipula al pueblo para apropiarse de los terrenos, mientras la policía y las autoridades locales permanecen indiferentes.
