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Arequipa: Joven confesó a las autoridades que no fue secuestrado y menos lo quemaron

Hace unos días, la población compartió con indignación en las redes sociales el secuestro y homicidio de un joven, sin saber que en realidad todo era mentira. Fue el propio estudiante Victor P. T. (26), quien finalmente confesó la verdad, solo horas antes de su muerte.

Victor, hijo único, aseguró a su familia y a la Policía, que el pasado 11 de agosto fue secuestrado por dos varones en San Lázaro del Cercado, luego que visitó a su asesor en Alto Selva Alegre. Dijo que fue golpeado y metido a la fuerza a un vehículo, y que nadie se dio cuenta pese a que la zona es muy transitada. «Después que me golpearon, reaccioné en El Pedregal, donde me prendieron fuego y luego los serenos me auxiliaron«, había declarado.

Sin embargo, su historia era tan terrorífica que los agentes de Homicidios empezaron a dudar, debido a que no había razones para secuestrarlo y menos atentar contra su vida. Tras días de investigación, no hallaron ninguna pista que corrobore su versión, y por eso lo visitaron en la Unidad de Quemados del Honorio Delgado, donde permanecía internado por sus quemaduras de segundo y tercer grado en el rostro, pecho, espalda y piernas.

La visita se realizó el miércoles 18 de agosto, y el joven volvió a narrar la misma historia, pero con ciertas contradicciones. Fue por eso que la Policía que ya tenía pistas de la verdad, lo convenció de ya no mentir. Hasta ese momento, incluso sus vecinos de Miraflores que creyeron su versión, se estaban organizando para bajar a la Divincri a pedir justicia.

En un video de más de 7 minutos que la Policía y la Fiscalía tienen en manos, el propio joven empieza a narrar todo lo que pasó. Contó que nunca fue secuestrado y que el mismo se fue en minivan hacia El Pedregal, a donde el mismo 11 de agosto llegó como a las 7 de la noche. Luego de dos horas y comprar combustible, se echó en todo el cuerpo y se prendió fuego.

«Yo quería morir«, aseguró. Víctor reveló que se sentía muy culpable de haber mentido por tantos años a su madre, que decidió poner fin a su vida. Dijo que su intención era morir lejos de casa, para evitar más dolor a su familia. «Yo no quería gritar, pero el dolor era insoportable y por eso me escucharon los vecinos y los serenos me llevaron al hospital de Majes», se escucha en parte de su relato.

En otro momento, contó que para su madre y su familia, era un buen estudiante de una universidad privada, y que hasta ganó una beca para irse a Canadá. Su familia estaba tan feliz, porque el viaje sería en pocos días. Empero, también eso es falso. Victor detalló que hace dos años no estudiaba y que el dinero que su familia le daba para la pensión y pasajes, se lo gastaba en el gimnasio y en sus compras de proteínas y vitaminas.

Tras su confesión, el joven murió al día siguiente a las 6 de la mañana, dejando a muchos de sus familiares y vecinos con la primera versión. Una de las pruebas que la policía tiene y que corrobora su versión, es que el joven ingresó a un hospedaje antes de viajar a El Pedregal, y todo quedó registrado en las cámaras de seguridad. Tampoco era cierto que visitó a su asesor que supuestamente le iba a dar algunas instrucciones antes de su viaje al referido país.

EPA