Dos hermanas denuncian haber sido víctimas de violación tras ser abordadas por tres personas, una mujer y dos hombres, en un mercado de Arequipa. Según relataron, los agresores las drogaron y trasladaron a un hospedaje donde ocurrieron los abusos. Pese a la gravedad del caso, las autoridades han mostrado poca disposición para investigarlo.
Los testimonios de las jóvenes revelan un patrón preocupante: la complicidad o negligencia de algunos negocios. Señalan que el encargado del hospedaje no registró a los agresores ni notificó a la policía, a pesar del evidente estado de vulnerabilidad de las víctimas.
Las hermanas lamentan la actitud de la policía, que se muestra indiferente incluso con evidencia en video. Afirman que, aunque las cámaras identifican a uno de los agresores, las autoridades minimizaron su importancia, argumentando que «hay muchas personas que se parecen».
Este caso expone las falencias del sistema de justicia y la falta de protocolos adecuados en negocios que operan como posibles cómplices. La ausencia de un seguimiento riguroso refleja una peligrosa normalización de la violencia contra la mujer en la región.
Además, las víctimas subrayan que se les ha dejado la tarea de investigar por su cuenta, exponiéndolas a más peligros. Solicitan el apoyo de la municipalidad para obtener grabaciones adicionales que podrían ser clave para identificar a los responsables.