Nelson Luna Cáceres, de 51 años, fue citado a declarar en varias ocasiones por la muerte de su expareja, Viviana Boza Cansaya, pero no asistió a ninguna audiencia. Tras ser notificado por la fuerza, se conoció que había fallecido el 1 de abril de 2024. Su cuerpo fue hallado en el barrio Wichaypampa, distrito de Chalhuahuacho, en la región Apurímac y fue enterrado en Arequipa. Luna Cáceres había fallecido mientras realizaba trabajos de pintado en una casa. Su cuerpo fue encontrado ensangrentado en el primer peldaño de la gradería del primer piso.
La causa de su muerte aparentemente fue un accidente, ya que cayó sobre la escalera y se golpeó la cabeza. Sin embargo, este hecho no evitó que se siga investigando su participación en la muerte de Viviana Boza. Los hechos ocurrieron el pasado 6 de noviembre de 2022 en la asociación Carlos Baca Flor. Viviana Boza fue hallada con signos de violencia tendida sobre una cama. Nelson Luna llamó a la central de 105 para pedir la intervención de la policía.
Luna Cáceres indicó a la policía que él y la víctima habían estado libando licor la noche anterior y que al despertar, halló sin vida a su pareja. Sin embargo, la necropsia reveló que la mujer murió de asfixia mecánica por sofocación externa. Es decir, que fue asesinada. La víctima no solo era agredida por su actual pareja, sino también por su expareja, el padre de su hijo menor, a quién varias veces la denunció por agresión, pero la justicia no hizo nada.
Han pasado más de dos años desde la muerte de Viviana Boza y cuatro meses desde la muerte de Luna Cáceres. La justicia sigue en proceso de investigación, lo que genera descontento y frustración a la población. Al parecer, nuestra justicia tarda y los procesos son de nunca acabar. Este caso es un claro ejemplo de cómo funciona la justicia en el país. El autor y la víctima están muertos.
La demora en la investigación y el proceso judicial es un tema de preocupación. La justicia debe ser pronta y eficaz para evitar que casos como este queden impunes. La muerte de Viviana Boza y Nelson Luna Cáceres deja muchas preguntas sin respuesta. ¿Por qué la policía no actuó ante las denuncias de agresión? ¿Por qué la justicia tarda tanto en investigar y procesar el caso?
La sociedad exige respuestas y soluciones a estos problemas. La justicia debe ser transparente y eficaz para evitar que la impunidad prevalezca. El caso de Viviana Boza y Nelson Luna Cáceres es un ejemplo de cómo la justicia puede fallar. Es importante que se tomen medidas para evitar que casos como este se repitan en el futuro.
La investigación debe ser exhaustiva y pronta para determinar las circunstancias exactas de la muerte de Viviana Boza y Nelson Luna Cáceres. La justicia debe ser implacable con los culpables y proteger a las víctimas. La sociedad confía en que la justicia actúe con rapidez y eficacia.
Es hora de que la justicia cambie y se adapte a las necesidades de la sociedad. La impunidad y la lentitud en los procesos judiciales no pueden seguir siendo la norma. El caso de Viviana Boza y Nelson Luna Cáceres debe ser un punto de inflexión para que la justicia mejore y se vuelva más eficaz.