
«Ya pagué S/600 porque amenazaban con matar a mi familia», declaró J. A. C., un operador de 47 años de edad, quien continúa siendo víctima de extorsión. A pesar de haber realizado varios depósitos, las amenazas no han cesado.
La pesadilla de Juan comenzó el 10 de junio, cuando empezó a recibir numerosos mensajes y llamadas a través de WhatsApp, en los que le exigían el pago de más dinero a cambio de su seguridad. «Nunca me presté dinero de ningún aplicativo. Sin embargo, amenazan con dañar a mi familia», narró el angustiado operador.
Las amenazas han sembrado el miedo en la vida de Juan y su familia, destacando la necesidad urgente de medidas efectivas para combatir la extorsión en la región. La comunidad espera respuestas y acciones concretas para proteger a los ciudadanos de estos delitos crecientes.
