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Alberto Vergara: «Fujimori dibujó un manual antidemocrático que mató a la democracia desde dentro»

Alberto Fujimori, ex presidente de Perú, falleció este miércoles a los 86 años. Gobernó el país entre 1990 y 2000, dejando un legado de profunda polarización. Su estilo de gobierno, basado en medidas de mano dura en seguridad y concentración de poder, ha influido en varios líderes latinoamericanos, aunque terminó llevándolo a prisión por violaciones a los derechos humanos.
Fujimori llegó al poder sin experiencia política, logrando gran popularidad, especialmente entre los sectores más humildes. Sin embargo, su mandato estuvo marcado por la corrupción y el autoritarismo, culminando con su fuga a Japón y posterior captura. A pesar de sus logros en estabilizar la economía y enfrentar al grupo terrorista Sendero Luminoso, su legado divide a los peruanos hasta hoy.
Alberto Vergara, politólogo peruano, describe a Fujimori como un «príncipe» moderno, que logró instaurar un nuevo orden en Perú, pero a costa de la democracia. Su influencia fue tal que dejó un país dividido entre quienes lo ven como un salvador y aquellos que lo consideran un destructor de la democracia.
La popularidad de Fujimori, según Vergara, se debió a su capacidad para restablecer las funciones básicas del Estado, especialmente en un contexto de caos económico y violencia. Su gobierno fue visto como una alianza entre los más ricos y los más pobres, dejando de lado a las clases medias, lo que consolidó su liderazgo carismático.
El fallecimiento de Fujimori marca el cierre de un capítulo importante en la historia de Perú, pero su figura sigue siendo objeto de debate. A pesar de su liberación en 2023, tras un indulto presidencial, sus años en prisión y los abusos cometidos durante su mandato continúan pesando sobre su legado.
EPA