En medio de convocatorias a un paro nacional por parte de dirigentes mineros de otras regiones, los mineros artesanales de Arequipa tomaron una posición distinta: no respaldarán la paralización y mantendrán un camino de trabajo técnico con el Ministerio de Energía y Minas. Para ellos, el debate debe centrarse en resolver los expedientes trabados y no en medidas de fuerza que, aseguran, confunden más de lo que ayudan.
Según los representantes, la ampliación del plazo para formalizarse no fue un favor político, sino una consecuencia de la incapacidad del Estado para revisar a tiempo la documentación enviada desde los gobiernos regionales. Los mineros afirman que cumplieron con los requisitos y ahora esperan que las autoridades asuman su responsabilidad administrativa. Por eso consideran que un paro no corrige la raíz del problema.
El gremio regional también cuestiona el uso del tema para disputas internas y protagonismos. Señalan que las protestas masivas terminan afectando a poblaciones que no están involucradas y dañan la percepción pública del sector, que ya enfrenta estigmas por actividades ilegales que no representan a los mineros formalizables. Por ello insisten en un proceso ordenado y verificable.
Tras reunirse con el Minem, acordaron instalar un trabajo conjunto entre técnicos del Estado y operadores mineros de Arequipa. La tarea inmediata será revisar expedientes de forma más rápida y aplicar herramientas como el silencio administrativo positivo.
