
Los pobladores del distrito de Cayarani, en Condesuyos, Arequipa, han decidido reiniciar una huelga indefinida debido a la falta de cumplimiento de acuerdos por parte de las autoridades y la minera Buenaventura. Mesas de diálogo y promesas de proyectos como remediación ambiental y salud pública no han pasado de ser planteamientos, generando indignación en la comunidad.
La contaminación del agua en la quebrada Huamanihuayta y el río Sora, confirmada por organismos como el OEFA y la ANA, afecta tanto a personas como a animales. Los reportes indican la presencia de metales pesados como aluminio, manganeso y cobalto, lo que agrava la crisis sanitaria y ambiental en la zona, sin que se tomen acciones concretas.
Los habitantes exigen que la Gerencia Regional de Salud declare zona de emergencia ambiental y sanitaria. Señalan a la minera Buenaventura y su proyecto Poracota como principal responsable de los daños. “Nos sentimos abandonados por las autoridades. Queremos soluciones reales, no más promesas vacías”, declaró un comunero.
La falta de respuesta efectiva de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y del Gobierno Regional de Arequipa pone en evidencia una débil gestión ambiental. El conflicto refleja la urgencia de priorizar derechos básicos de salud y agua frente a intereses económicos, una problemática que afecta a comunidades vulnerables en todo el país.
