
Olga Mamani Cosi, madre de familia, enfrenta la posibilidad de quedar parapléjica después de recibir tres disparos, uno de ellos en la médula espinal. El ataque ocurrió el pasado 4 de noviembre en su vivienda ubicada en la asociación Ápex, en Majes. Los hampones, que buscaban dinero, sometieron a Olga y su esposo Édgar Quispe Barrantes con violencia extrema.
Los delincuentes les robaron 10 mil soles, teléfonos celulares y tarjetas bancarias, exigiendo más efectivo. Al no obtener respuesta, dispararon a Olga y posteriormente trasladaron a ambos al asentamiento E-1, donde Édgar fue ejecutado con dos disparos en la cabeza. La brutalidad del crimen pone de relieve la creciente inseguridad en la región.
Actualmente, Olga permanece hospitalizada en el Goyeneche, donde ha sido sometida a varias cirugías, pero los médicos no descartan que quede parapléjica de forma permanente. El caso ha conmocionado a la población y evidencia la necesidad urgente de reforzar la seguridad y sancionar con firmeza estos actos atroces.
La tragedia subraya la vulnerabilidad de las zonas rurales ante la violencia delictiva. El ataque contra esta pareja no solo ha destruido una familia, sino que también plantea preguntas sobre la capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad y justicia en estas comunidades.
