Sin duda, hay gestos que merecen ser resaltados y este acto es uno de ellos que ocurrió al interior de un restaurante en la calle San Rafael del Cercado de la ciudad.
Eran al promediar las 13:00 horas de este jueves 11 de abril, cuando los comensales empezaron a llegar para comer su almuerzo. Sin embargo, a esa misma hora también ingresó una señora que se dedica a vender caramelos y frunas, quien de pronto empezó a contar sus monedas y mirar a quienes ya estaban digiriendo sus alimentos.
Al parecer, la vendedora se percató que no le alcanzaba su dinero, y entonces decidió vender sus frunas y se acercó a una primera mesa. Allí estaba sentada otra señora adulta que se paró de la mesa y este acto asustó a la señora de los caramelos.
Ella creía que se molestó la comensal, pero lejos de incomodarse la ciudadana jaló una silla y le dijo que tome asiento. Enseguida se acercó a la caja y pidió otro almuerzo que ella iba a pagar.
Según los testigos, ese acto de caridad conmovió a los presentes, quienes miraron con respeto a la señora misteriosa que pagó el almuerzo y luego se retiró.
Hay actos que valen mucho y hablan muy bien de una persona. Ojalá hubiera más personas como la ciudadana.
