Padres de familia del colegio Manuel Scorza, ubicado en Cerro Juli, han tomado las calles en una protesta enérgica debido a la grave escasez de aulas para los estudiantes del nivel primario y secundario. La situación crítica ha llevado a que los alumnos sean forzados a estudiar en condiciones precarias, utilizando aulas improvisadas de calamina y madera, y sentándose en sillas de plástico para recibir sus clases.
La falta de infraestructura es preocupante para los padres de familia, con aulas que han sido divididas y convertidas en almacenes debido a la urgente necesidad de espacio para el dictado de clases. Esta situación no solo afecta el desarrollo académico de los estudiantes, sino que también representa un riesgo para su seguridad y bienestar.
Los padres de familia exigen a las autoridades educativas y gubernamentales una pronta solución a esta problemática, que ha persistido durante demasiado tiempo sin ser abordada de manera efectiva. La falta de aulas adecuadas no solo afecta la calidad de la educación que reciben los estudiantes, sino que también refleja una negligencia por parte de las autoridades responsables de garantizar condiciones adecuadas para el aprendizaje.
