
Mientras muchos hijos quisieran volver a ver a sus madres o vivir con ellas hasta el final de sus vidas, existen otras personas que no siente ningún tipo de amor por la mujer que les dio la vida. Es el caso de Gonzalo Cuba Torres, quien a horas de celebrase el Día de la Madre, dejó en la calle a su mamá Sofía Torres Ríos (69) y a su hermana Ana Cuba Torres, quien es madre soltera y tiene un menor de 17 años.
Esta triste historia que bien podría compararse con una trágica novela, ocurrió días atrás en la ciudad de Arequipa. El desalojo se produjo el martes 06 de mayo, cuando por orden de un juez, madre y su hija fueron echadas de su precaria casa ubicada en el pasaje El Toro de Acequia Alta en el distrito de Cayma.
En esta casa, las dos mujeres vivían más de 12 años, luego que Fortunato Cuba, esposo de Sofía y padre de Gonzalo y Ana, les dejó la propiedad. “No solo somos dos hermanos, somos nueve. De los cuales, la mayoría viven en el extranjero y en Lima. Ellos ni enterados están de esta situación”, nos dice la señora Ana Cuba.
Una ambición extrema
Según relatan las dos mujeres, Gonzalo aprovechó que su madre no era casada y su hermana no tenía partida de nacimiento, para apropiarse de la vivienda a espaldas de toda la familia. Luego de esta acción legal, habría vendido la casa a su esposa Carmen Chávez Cáceres, y ella a su hermano Pedro Chávez Cáceres. Es decir, hizo dos ventas ficticias para desalojar a su propia madre.
“Cuando murió mi padre (Fortunato), él (Gonzalo) tenía que hacer la repartición a todos los hermanos, pero nos pidió 3 mil soles a cada uno y una firma, lo cual nadie estuvo de acuerdo, y así los dejamos”, agrega Ana. Sin embargo, esta situación habría sido aprovechado por su hermano Gonzalo que tiene varios hostales, y gracias a su posición económica, habría contratado abogados para así apropiarse del terreno a espaldas de la familia. Solo habría usado la firma de una hermana de nombre Miriam, quien tendría habilidades diferentes.
Sofía Torres, madre de Gonzalo, narra que cuando se enteró que su hijo les iba a desalojar, le rogó a que le deje al menos vivir en un rincón de la casa, pero este sujeto le negó. “Yo le he hablado, le he dicho que me deje siquiera un pedazo de terreno para vivir, el resto véndelo o lo que sea, pero me negó. Yo he vivido aquí hasta con mis suegros, y ahora que no tengo donde vivir, me ha botado. Mi hija también tiene un hijo y ni eso le importó”, dijo entre lágrimas.
En resumen, la mayoría de los 9 hijos no tenían partida de nacimiento y tampoco la señora Sofía Torres se casó, debido a que ella no tenía DNI en su juventud. “Gonzalo tampoco tenía partida. Recién lo sacó cuando ingresó al cuartel. La mayoría de los hermanos tuvimos ese problema”, señala Ana Cuba.
La señora asegura que realizó su trámite de filiación de paternidad para regularizar ese detalle y también hizo la unión de hecho para su madre, pero no sabe si tuvo malos abogados o es que ellos actuaron mal a propósito, y ninguno de los dos trámites tuvo el resultado favorable. “Un factor fue el dinero, y cuando conseguí dinero, yo pagué honorarios de dos abogados y esos documentos tenían varias observaciones y al final me dijeron que ya no se puede porque venció el plazo”, agrega.
Por todo estos problemas, y además, porque el DNI de la señora Sofía Torres Ríos está con dirección del Cercado, un antiguo inmueble que ya no tienen hace varios años, no tiene ni Pensión 65, una subvención que podría ayudarla y mucho.

Vivienda de la cual fueron desalojadas.
Duermen en la vereda
Ahora, las dos madres que no tienen donde vivir, han decidido vivir en las gradas que eran el acceso a su humilde vivienda. No es que se resistan a irse del lugar, sino que no tienen donde vivir. Esa casa era lo único que tenían y ahora se quedaron en la calle. Su habitación tiene como paredes algunos muebles de madera y como cama tiene un solo colchón. Allí duermen abuela, hija y nieto, pese al frío que se registra durante las noches en esta parte de la ciudad.
Cerca de ellas hay un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús, al cual se abrazan y se encomiendan para salir de esta difícil situación. No tendrán casa, pero tienen el amor de madre de hija, algo que al parecer, no conoce Gonzalo Cuba.
Vecinos se solidarizan
A pesar las dos madres desalojadas tienen el apoyo de sus vecinos, nadie pudo evitar el desalojo, debido a que la diligencia fue con 10 policías y una cantidad similar de matones que actualmente viven en esa casa. “Ni siquiera conocemos al tal Gonzalo Cuba, a Sofía y su hija sí, ellas siempre han vivido y ese terreno es de los papás de Fortunato Cuba. Como es posible que un hijo puede dejar sin casa a su madre, y también, como puede existir jueces que se presten para eso. ¿A caso ellos no tienen madre?”, se preguntó un vecino.
Si usted desea ayudar de manera legal o quizás económica, puede acercarse al pasaje El Toro en Acequia Alta, donde podrá encontrar a las madres y al menor de edad. Quizás usted puede arrancar una sonrisa a las dos mamitas que viven en las gradas.
Aquí el link de la entrevista: https://www.facebook.com/share/v/18fwJbiWD6/
