Un caso de presunto maltrato animal preocupa a la ciudadanía, tras la denuncia pública de Sharon C., quien acusó a la veterinaria Miau Your Vet Petshop de negligencia y mala praxis.
Sharon C., dejó a su perrito, un Pastor Alemán de un año de edad, en la mencionada veterinaria el martes 18 de junio, con la expectativa de que sería cuidado por tres días mientras ella se encontraba de viaje. Según Sharon, pagó por dos días de hospedaje y proporcionó dos kilos de comida, asegurando que cubriría cualquier día adicional y la alimentación necesaria en caso de retraso.
Al regresar el día 23 de junio, la dueña intentó contactar a la veterinaria para recoger a su mascota, pero no obtuvo respuesta. Fue el 24 de junio cuando acudió personalmente al establecimiento y se enteró de que su perro había sido dado en adopción sin su consentimiento.
La denunciante relató que la propietaria de la veterinaria, Sol de María Rojas Betancurt, le proporcionó un número de contacto del supuesto adoptante, pero resultó ser un número de seis dígitos, lo cual consideró una burla. Tras insistir, finalmente obtuvo un número de teléfono válido. El adoptante informó que recibió al perro el mismo día 18 de junio y que éste falleció dos días después, supuestamente de neumonía.
Desesperada por la situación, Sharon buscó el apoyo de la Dra. Hania Rodríguez de la organización HOPE, quien la acompañó a realizar una constatación policial. Según informó, bajo presión, Rojas Betancurt admitió haber entregado al perro en adopción sin contar con el permiso de su dueña y sin tener información detallada sobre el adoptante, más allá de un número de teléfono.
Este caso ha despertado preocupación en la comunidad respecto a las prácticas de la veterinaria Miau Your Vet Petshop y ha llevado a Sharon a instar a otros posibles afectados a denunciar cualquier irregularidad. «Mi perrito estaba completamente sano cuando lo entregué. (…) Cómo es posible que haya muerto y que no se me haya informado ni se le haya dado tratamiento», declaró.
La organización HOPE está apoyando a Sharon en su búsqueda de respuestas y en las acciones legales que se emprenderán para esclarecer el paradero del perro y determinar las responsabilidades de la veterinaria involucrada.
