El alcalde de Ate, Franco Vidal, se trasladó a Arequipa para participar en el CXIV Aniversario de Fundación Institucional del Colegio de Abogados de Arequipa. Su arribo, ocurrido el último fin de semana, fue acompañado por simpatizantes que lo recibieron en el aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón con pancartas y vítores. La presencia del burgomaestre limeño generó atención mediática y expectativa en redes sociales, donde su figura ha ido ganando protagonismo a sus constantes transmisiones en vivo.
Ante cuestionamientos por el financiamiento de su viaje, Vidal respondió que no utiliza recursos del Estado. “Yo soy empresario y tengo dinero. No necesito del Estado para que me pague un vuelo, para que me pague un hotel. Todo es financiado con mi plata y puedo demostrarlo”, declaró ante medios locales. El tiktoker Shuls, con quien el alcalde realiza transmisiones en redes sociales, también viajó con él a la ciudad blanca.
Aunque Vidal insiste en que su viaje no representa un gasto público, su presencia ha sido objeto de debate. No es la primera vez que su estilo de comunicación y cercanía con influencers genera críticas por una supuesta banalización del cargo. En paralelo, periodistas locales han reportado hostigamiento virtual por parte de sus seguidores, quienes los acusan de “difamar” al alcalde y manipular la información. En algunos casos, se han registrado ataques personales en redes y campañas de desprestigio digital.
El fenómeno Vidal revela una nueva forma de hacer política municipal, donde las redes sociales funcionan como plataforma principal de legitimidad.
