
El caso que conmocionó hace tres meses a México y que tuvo impacto en el mundo entero parece estar tomando buen rumbo. Ayer, el equipo especial forense encargado de la autopsia de Debanhi Escobar, la joven de 18 años que apareció muerta en la cisterna de agua de un hotel de Nuevo León – México, informó que la víctima murió de “asfixia por sofocación”; es decir, fue asesinada.
El nuevo peritaje practicado por tercera vez también reveló que Debanhi no fue ultrajada, pero con la presente revelación se descartó las versiones planteadas anteriormente con la que se intentó hacer creer que sufrió un golpe en la cabeza producto de la caída en la cisterna o que haya fallecido ahogada.
“Se tienen los elementos suficientes necesarios para establecer que la causa de muerte de Debanhi Susana Escobar se debió a una asfixia por sofocación en su variedad de obstrucción en sus orificios respiratorios”, explicó el doctor Felipe Edmundo Takahashi Medina, director del Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México.
Es preciso mencionar que el primer informe del caso señaló erróneamente que Debanhi Escobar se había caído en una cisterna del hotel donde la hallaron, se había golpeado la cabeza y ahogado. Luego, en una segunda versión, elaborada por el servicio privado contratado por Mario Escobar, su padre, que realizó la segunda autopsia, determinó que Debanhi tenía huellas de una “relación sexual violenta” y golpes que apuntaban a un presunto asesinato.